by Obispo David M. O'Connell, C.M.; Mensaje para la Jornada Mundial de Oración por la Vida Consagrada
Después de la Navidad este año, pude tomar unos días de retiro para orar, leer textos espirituales y reflexionar. Una de mis tradiciones cuando estoy de retiro es releer los Evangelios. Cada uno de los cuatro textos sagrados tiene una personalidad y un tono distinto, algunos pasajes son complementarios y otros relatan historias semejantes de maneras diferentes.
Cada año, la Diócesis de Trenton se une a las diócesis de por nuestro país en celebrar la Semana de las Escuelas Católicas. En un momento en lo cual muchas diócesis, incluyendo la nuestra, estamos viviendo la circunstancia desafortunada de tener que cerrar una o varias escuelas por una variedad de razones, la educación católica necesita de nuestro apoyo más que nunca.
Los obispos católicos de Nueva Jersey nos unimos para expresar nuestra más profunda decepción y enorme preocupación sobre la aprobación del proyecto de ley S49/A6260, la Ley a la libertad a la elección reproductiva, que codifica en norma del estado, el derecho de un individuo a un aborto, incluso a los abortos tardíos. Esta ley se aparta de la enseñanza católica fundamental de que toda vida es sagrada desde el momento de la concepción hasta la muerte natural. Aun más angustioso es el hecho de que el cálculo jurídico y ético que sustenta esta nueva legislación, extingue absoluta y rotundamente la identidad humana y moral del niño no nacido. Quizá los legisladores que se precipitaron a aprobar esta Ley en los tiempos menguantes de sus términos, no querían que los ciudadanos comprendieran por completo sus consecuencias inhumanas y letales.
Ahora que el tiempo de Navidad queda atrás, el mes de enero es un tiempo ocupado litúrgica y pastoralmente porque presenta oportunidades únicas de oración dentro de la Iglesia Católica y la Diócesis de Trenton.
El empuje legislativo de asegurar y expandir los derechos al aborto en New Jersey por los comités el 6 de enero fue aprobado en la legislatura estatal el 10 de enero por márgenes amplias. La Acta de la libertad de la Opción Reproductiva, S49/A6260, fue aprobada por el senado estatal 23-15 y por la asamblea general 46-22 con 8 abstenciones. Ahora avanza al escritorio del gobernador Phil Murphy, donde puede ser firmado como ley.
Los obispos católicos de New Jersey han escrito una declaración en oposición a legislación propuesta en el Senado y la Asamblea de New Jersey que va en contra la dignidad de la vida.
Citando desafíos persistentes de matrícula, mayores costos y el impacto de la pandemia del coronavirus, los codirectores de Mother Seton Academy en Howell anunciaron el 7 de enero que la escuela de pre-inicial hasta octavo grado cerrará el 30 de junio, 2022.
El “Tiempo de Navidad” en la Iglesia Católica empieza en Noche Buena y continua hasta la Fiesta del Bautizo del Señor. Este tiempo eclesial incluye la Navidad; la Fiesta de la Familia Sagrada de Jesús, María y José (27 de diciembre); la Solemnidad de María, Madre de Dios (1 de enero); la Solemnidad de la Epifanía (2 de enero); y, finalmente, la Fiesta del Bautizo del Señor (9 de enero).
La Diócesis de Trenton llevará a cabo la colecta para el Fondo para la Jubilación de Religiosos el 11 y 12 de diciembre. Es una oportunidad para los fieles a considerar los impactos positivos que un sacerdote, hermana o hermano religioso ha tenido en la vida para poder responder generosamente con un regalo monetario de agradecimiento.
Se celebra el año eclesial con tiempos diferentes: Adviento, Navidad, Tiempo Ordinario, Cuaresma, Pascua, Pentecostés. Este fin de semana entramos en Adviento: cuatro semanas antes de Navidad. Los dos tiempos están conectados pero distintos. Adviento no es Navidad. Adviento es el comienzo del año eclesial porque celebra el principio de nuestra vida en la Iglesia – el tiempo en lo cual se anticipa a Jesús, en el vientre de la Virgen María. Adviento nos prepara para Navidad. Navidad conmemora la entrada física de Cristo a nuestro mundo. Adviento nos alista para la presencia física y espiritual del Hijo de Dios entre nosotros, “Emanuel”. Adviento es un tiempo de espera y expectativa llena de la esperanza, un tiempo santo. Estas cuatro semanas son una invitación a tomar un pause en nuestras vidas tan ocupadas cotidianas y a orar.
Este 30 de noviembre la Diócesis de Trenton participará en #GivingTuesday o #MartesparaDar para recaudar fondos y apoyo para las escuelas católicas.Establecido como un día nacional de filantropía en el 2021, #GivingTuesday/#MartesparaDar cuenta con millones de actos de generosidad a través de donaciones monetarias y el voluntariado.
La Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos (USCCB por sus siglas en inglés) ha compartido estas reflexiones para la consideración de todos los católicos de por nuestro país. Como el obispo de la Diócesis de Trenton, me agrada ofrecérselas a ustedes para su propia reflexión.
El obispo David M. O’Connell, C.M., se une a otros obispos estadounidenses de por el país para la asamblea anual de otoño del 15 al 18 de noviembre en Baltimore. Será la primera asamblea en persona que se lleva a cabo con todos los obispos desde noviembre del 2019. Se canceló la asamblea de la primavera 2020 a causa de la pandemia. Las asambleas de noviembre 2020 y de junio 2021 se llevaron a cabo virtualmente.
Me uniré con mis hermanos obispos de los Estados Unidos (la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos o USSCB por sus siglas en inglés) para nuestra reunión anual en Baltimore a partir de lunes, el 15 de noviembre. Será nuestra primera reunión “en vivo” desde el 2019 a causa de la pandemia. Aunque no haya ningún mandado de vacunarse, todos los obispos estás obligados a llevar mascarillas a dentro durante la reunión.
Los católicos de la Diócesis de Trenton están instados a unirse a sus hermanas y hermanos de por el mundo a orar y apoyar las obras misioneras de la Iglesia como parte de la observancia anual de la Jornada Mundial de las Misiones, especialmente el 24 de octubre.
Hay un dicho que se suele atribuir al escritor y poeta irlandés James Joyce (1882-1936) que explica que la palabra ‘católico’ significa “Aquí vienen todos”. Para mí, ese dicho tiene mucha profundidad, realmente algo hermoso. La palabra “católico” tiene raíces en el antiguo griego, traducida para decir “universal”. Nosotros católicos pertenecemos a una Iglesia universal: universal en cuanto su alcance y su plenitud; universal en cuanto la fe; universal en cuanto su abrazo.
Pocas veces disfruto de viajar solo, ya sea por negocio o placer. Cuando voy a alguna parte, especialmente en un viaje más largo, prefiero la compañía de otros para conversar, para intercambiar ideas, compartir diversas experiencias y, simplemente solo, para el acompañamiento. En muchos sentidos, creo que esa preferencia explica por qué comencé el camino hacia el sacerdocio en una comunidad religiosa en donde el énfasis está en la vida y el ministerio junto con una “banda de hermanos” unidos por el carisma de un fundador, un espíritu y un propósito en común. Realmente, ese es el punto de la vida religiosa y, tal vez, una contribución única que doy a los sacerdotes diocesanos como su obispo diocesano. ¡Yo disfruto “caminar juntos”!
El Anzuelo para La Revista Monitor de octubre trata de mucha celebración. Comencemos con la instalación del padre Miguel Valle como párroco de la Parroquia San Pablo, Princeton, por el obispo David M. O'Connell, C.M. En una Misa especial el 26 de septiembre en la Iglesia San Pablo, el obispo expresó su confianza en el padre Valle frente a muchos hermanos sacerdotes, amigos y feligreses.
Les avisamos que personas que anteriormente se asociaban con la Iglesia Católica se están presentando como sacerdotes “católicos” ofreciendo servicios y sacramentos a católicos que no se dan cuenta de su estatus ilegítimo. Los sacramentos que pretenden ofrecer no son válidos, especialmente los matrimonios.
Durante una visita al hospital hace poco, tuve una experiencia interesante. La enfermera nocturna estaba tomando mis signos vitales cuando vio mi Rosario en la mesa al lado de la cama. Me dijo que ella era hindú y que nunca había oído del Rosario. Yo le expliqué esta oración tradicional y, de inmediato, ella se interesó. Le comenté que orar el Rosario fue algo semejante al uso de cuentas meditativas de su propia fe. Le expliqué de las oraciones del Rosario, su significado y razón y el papel de la Santa Madre en nuestra fe católica. “Yo quiero decir estas oraciones”, me dijo. “¿Cómo me las puedo aprender?” Le conté de un sitio web y eso parecería hacerle feliz. ¿Ven? ¡Es un ejemplo perfecto de cómo podemos compartir nuestra fe católica hermosa en cualquier momento o circunstancia y donde estemos!