El corazón ha sido un símbolo de amor desde los antiguos tiempos y las escrituras de los filósofos. En los Tiempos Medios (del siglo 12 al principio del 14), el corazón solía aparecer en las obras de arte, gradualmente ubicándose en muchas de las representaciones religiosas asociadas con Cristo. En el periodo del Renacimiento (tarde en el siglo 14 al siglo 17), las referencias al “Sagrado Corazón de Jesús” se hicieron muy comunes.
Actualmente, la devoción al Sagrado Corazón de Jesús es una de las tradiciones católicas más populares. Se arraíza en la encarnación humana de Cristo además de su amor completo por la humanidad. El “Corazón” de Jesús – Dios Verdadero y Hombre Verdadero – representa su compasión y misericordia Divina y Humana.
En el 1353, el papa Inocente VI creó una Misa en honor del Sagrado Corazón. En el 1670, se estableció la Fiesta del Sagrado Corazón con una Misa y Oficio Divino en Francia por el padre, luego San Juan Eudes (1601-1680). Tres años después, la hermana francesa, luego Santa Margarita María Alacoque (1647-1690) reportó visiones del Sagrado Corazón de Jesús a su superior poco antes de Navidad. Le contó que Jesús le permitió tocar su corazón para sentir los latidos.
Durante estas visiones, Jesús le contó a la hermana Margarita María cómo se debiera honrar su Sagrado Corazón en la oración, la Adoración Eucarística, y en comulgar la Sagrada Comunión el primer viernes de mes. Además, recetó actos de penitencia para reparar el pecado y la devoción al Sagrado Corazón. Se celebra la fiesta, elevada al nivel de Solemnidad, 19 días después de Pentecostés. Siempre cae en un viernes. Dedicado al Sagrado Corazón, todo el mes de junio anualmente representa el amor divino por toda la humanidad. Este año, se celebra la Solemnidad del Sagrado Corazón el 8 de junio.
Oremos. Padre, regocijamos en los dones de amor que hemos recibido del corazón de Jesús, tu Hijo. Haz que nuestros corazones sean disponibles para compartir su vida y bendícenos con su amor. Pedimos esto en nombre de Jesús el Señor, Amén.