En la presencia de María Viajeros peregrinan a México emocionados por la historia de la Basílica, la espiritualidad de otros
Cuando María Arriola, feligresa de la Parroquia San José, Trenton, visitó a la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe en la Ciudad de México, ella tuvo una misión específica – dedicar a su hijo a la Santa Madre, cumpliendo una promesa que hizo hace muchos años.
“Pedí el milagro de tener a un hijo o hija… pero mi hijo nació prematuro y era muy pequeño”, explicó. “Yo le pedí un milagro de salud y prometí presentárselo a la Santa Madre cuando mi hijo cumpliera los 15 años en Guadalupe. Desafortunadamente cuando él cumplió 15 años, yo no tenía como llevarlo económicamente. Entonces cuando mi hijo me contó sobre la peregrinación, yo sabía que tenía que ir para cumplir mi promesa. Se lo presenté a la Santísima Madre [en México]”.
Su hijo de la señora María es Josue Arriola, el director diocesano del departamento de la Evangelización y la Vida Familiar.