Con mucha tristeza me enteré muy temprano esta mañana del fallecimiento del reverendísimo John J. Myers, el arzobispo metropolitano emérito de la provincia eclesial de Newark y arzobispo emérito de la Arquidiócesis de Newark (2001-2016). Tenía 79 años.
Antes de ser nombrado al Sede de Newark, el arzobispo Myers sirvió como el obispo coadjutor del 1987 al 1990, y entonces como el obispo de Peoria del 1990 al 2001.
Un compañero mío de la Escuela de Derecho Canónico en la Universidad Católica de América, el arzobispo Myers era miembro activo de su Junta Directiva y del comité financiero por muchos años. Fue entonces que nos conocimos. Por los años, nos hicimos buenos amigos y colaboradores.
Con su lema episcopal, “Mysterium Ecclesiae Luceat (Que ‘el misterio de la Iglesia brille’)”, se le conocía al arzobispo Myers como defensor firme de las enseñanzas de la Iglesia Católica. Era un abogado canónico activo y consejero al Santo Sede sobre textos legislativas.
Yo le invité al arzobispo Myers servir como co-consagrador de mi ordenación episcopal en la Catedral de Trenton el 30 de julio, 2010, y participamos juntos en la Conferencia Católica de New Jersey además que en la Conferencia de Obispo Católicos de los Estados Unidos.
El arzobispo Myers tuvo un gran sentido de humor e interés en la literatura, especialmente la ciencia ficción. El mismo era autor. En los años más recientes, debido a su salud, volvió a su Peoria nativo para estar con la familia.
Que su alma, y las almas de todos los difuntos fieles, a través de la misericordia de Dios, descanse en paz.
El reverendísimo David M. O'Connell, C.M.
Obispo de Trenton