Los tres días antes del Domingo de la Pascua son muy instructivos. Nos hablan del compromiso a algo grande, de compartir nosotros con otros, del sacrificio que acompaña al amor, del tiempo precioso pero limitado que tenemos en esta tierra, de la esperanza de que más allá que esta vida haya aún más y mejor --- de hecho, ¡una eternidad de alegría por quienes tienen fe en Dios y viven la vida en amor!